SEMBLANZA
Desde su
infancia ya marcó una fuerte personalidad que a día de hoy se verifica gracias
al alcance de tantos logros. Aprendió a convivir con el riesgo, ya con solo
diecisiete años empezó a trabajar para valerse por sí misma cuanto antes y rechazó
la posibilidad que tenía al alcance de terminar los estudios.
Mujer clara,
media estatura y un rostro guapo. La idea de romper con todos los esquemas la
avivó y comenzó su proyecto de vida. Siempre tuvo muy claro el concepto de
trabajo. Amable, cercana, libre y fiel a su reflejo. La lucha continua marcó la
fortaleza que hoy se ve reflejada en sus ojos color miel y sus palabras. El
divorcio le causó una nueva experiencia que gracias a su entereza consiguió que
sus hijos aceptaran el abandono de su padre. Su pasión por sus hijos hizo que
no existiera cansancio ante el trabajo y que éstos no conocieran carencias ni
dolor hasta que llegaran a ser adultos y lo experimentaran por sí mismos.
En medio de
sus múltiples actividades aún tenía tiempo para dedicarse a sus aficiones, la
pintura y las labores, demostrando su talento.
Le encanta
los retos, experimentar, aconsejar, dibujarse sueños y cumplirlos.
El encuentro
con otro hombre relajó la expresión de su cara marcada por la preocupación. En
situaciones extremas hizo gala de una enorme fuerza de capacidad y voluntad.
Sus seres más cercanos la definen como una mujer profundamente humana y
sencilla. Posee una gran sensibilidad y arte para entenderlo todo. Supo
transmitir una serie de valores cuyos beneficios se multiplican en la
actualidad
Sueña con
vivir su etapa de jubilada en un pueblecito de la sierra, pero siempre cerca de
los suyos.
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