miércoles, 9 de noviembre de 2011

El Cadáver Exquisito

Es fantástico cuando coges velocidad y hueles la gasolina. Y el tiempo pasaba sin sentir. Sin embargo, creo que debería descartarse la idea, no por ser descabellada, sino por todo lo contrario. Me falta el aliento y no sólo hablo de aire. No soy capaz de encontrar la última melodía que escuché en el estuche de los recuerdos. Es muy divertido hablar mientras ves una película e intentar adivinar lo que va a pasar.
Con los años he aprendido que el tiempo no para ni pide permiso para seguir su rumbo. Según el sentido que se sigue, llegaremos al debido final de nuestras dudas. Al volver a casa, me la encontré tirada en el suelo, la recogí y me fui. Me persigue el que yo seré.

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